Imaginar un renovador enfoque territorial para el Valle del Colca será siempre una ambiciosa aspiración, debido a que durante la gran parte de su derrotero cultural los hombres que adaptaron y adoptaron su espacio geográfico, fueron capaces de modelar un ámbito pleno de sustentabilidad. observado de ese modo, las cuestiones fundamentales que requerían tomarse en cuenta para incidir en el re-acondicionamiento espacial, tuvieron que incorporar aquellos indicadores que mostraban, en el tiempo actual, un progresivo retroceso en la armonía y equilibrio ambiental de las comunidades indígenas. Los problemas que afronta el Valle del Colca son de índole histórico, caracterizados por un abandono concreto de estado, prevalencia de un crecimiento estacionado con efectos negativos para la población local, coligiendo, además, en visiones sectoriales, desarticulación territorial y una paupérrima economía. La metodología en aplicación, para alcanzar el desarrollo sustentable regional, está íntimamente relacionada con la filosofía y conceptos provenientes de la formación del FLACAM, donde para materializar los objetivos planteados, se establecieron bases estratégicas que retomaron las lecturas vigentes de la espacialidad andina, la continuidad del paisaje cultural, los patrones locales, los instrumentos de gestión ambiental vigentes, el planteamiento estratégico desde la transversalidad, la multipolaridad, las redes, el manejo de escalas múltiples y la gestión in situ del proyecto. En esencia, las poblaciones locales han asegurado su continuidad porque aún conservan sus patrones culturales, basados en solidaridad y reciprocidad, que ligadas los elementos de la naturaleza (agua, cosmos y tierra), han facilitado un sentido único de ritualidad productiva en el mundo andino sudamericano, con arraigo poblacional e identidad etnográfica. La re-conceptualización espacial territorial Collagua y Cabana se ha realizado desde una perspectiva holística, incorporando plenamente su matriz cultural, prodigiosa en fases, interfases y patrones centenarios que mantienen un papel fundamental en el cambio de paradigma para afianzar el desarrollo sustentable regional.