El dispositivo de tratamiento denominado Hospital de Día (en adelante se utilizará la sigla H.D.) desde su creación hasta la actualidad ha tenido una amplia difusión a escala mundial. Así como también se ha ampliado el espectro de sus indicaciones. Desde su creación como tratamiento de psicóticos adultos a dispositivo terapéutico en una amplia gama de patologías psiquiátricas y clínicas. La población atendida en dicha modalidad de tratamiento se ha visto ampliada hasta abarcar una gama muy variada de trastornos psiquiátricos. Incluso en la actualidad también existen H.D. para pacientes con enfermedades clínicas. Mediante estudios de tipo cuantitativo, se ha establecido, con un alto grado de acuerdo, como se constata en la bibliografía consultada, que el H.D. es un dispositivo de tratamiento eficaz, sobretodo en lo que hace a la rehabilitación social del paciente psiquiátrico. Así como también que resulta sustancialmente más económico respecto de las modalidades de tratamiento que implican la internación del .Sin embargo, esta amplia difusión no se ha visto acompañada de una mayor comprensión de las causas de su efectividad. Tal vez a esto se deba la sub-utilización del programa de tratamiento H.D. como alternativa terapéutica (frente a la internación o atención por consultorio), tal como también se resalta en la bibliografía referida al tema. Otro efecto de esta insuficiente comprensión de las causas de su efectividad, se muestra en los desacuerdos que subsisten, respecto de la población que se ve más beneficiada con este tratamiento. Creo que estas dificultades de conceptualización pueden relacionarse con las características de la modalidad de tratamiento establecida, que conllevan una dificultad específica para el estudio de este dispositivo terapéutico. Por ser el H.D. un programa terapéutico en que se integran diferentes tipos de abordajes -tales como t lleres, atención individual, grupal y familiar, entre otros- la multidisciplina y el trabajo en equipo resultan fundamentales. La singularidad de cada caso, multicausalidad implicada en la misma 7 génesis de la patología psiquiátrica, abren un campo de praxis terapéutica donde la complejidad resulta su rasgo más llamativo.