Dentro de la filosofía social contemporánea, Herbert Marcuse aparece como uno de los críticos más agudos a la sociedad industrial avanzada. Su pensamiento, que de una manera particular retoma y reformula algunos de los planteos más relevantes de autores como Heidegger, Hegel, Marx y Freud, se centra en una crítica radical de la ideología de toda civilización industrial, y en una impugnación de la cultura occidental contemporánea, que sintetizó en sus tesis de el hombre unidimensional. Aún así, trascendiendo los límites de la teoría crítica a la que perteneció, su obra incluye elementos para una propuesta de cambio social. Entre esos elementos se encuentra la dimensión estética, que ha sido muy poco considerada en los estudios sobre el autor. En tal sentido, esta investigación propone un análisis detenido de los principales aspectos de la crítica realizada por Marcuse, y de su teoría de cambio social, para demostrar que, a través un reordenamiento de prioridades en los elementos de la misma, la dimensión estética denota su papel fundante como elemento crítico de la racionalidad. Al mismo tiempo, se sostiene que la centralidad de la dimensión estética revitaliza la actualidad de la teoría crítica de Marcuse.