Resulta difícil presentar algo que ha sido hecho por uno mismo sin pecar de soberbia o de falsa modestia. Pero más aún resulta, cuando se trata de una tesis, algo que no suele hacerse todos los días y que, sin embargo, se ha estado haciendo durante muchos días, con el esfuerzo, la dedicación y, sobre todo, con la pasión y espíritu crítico que toda investigación exige y, por otra parte, merece. Resulta difícil reconocer la amplia y valiosa colaboración recibida por temor a caer en el olvido y, más aún, tener que agradecer sin pecar de desagradecido. Debo comenzar por las autoridades de la Maestría, su cuerpo docente y compañeros de promoción. No puedo olvidarme de amigos, colegas y compañeros de trabajo. Ni tampoco de los alumnos y profesores de Prácticas de la Investigación Social de la Universidad Argentina John F. Kennedy quienes durante la cursada del primer cuatrimestre de 2003 colaboraron en la realización del trabajo de campo. Debo hacerlo también con el director de tesis y amigo Dr. Juan Carlos Iglesias. Por último, quiero agradecer a mi esposa María Natalia, que me hizo y me hace 'el aguante'. Resulta difícil..., pero se pudo y gustosamente, lo volvería a hacer.